No hay nada sobre el mercado o su comportamiento que nunca cambia.
Si hay algo que nunca ha cambiado, podría aprovecharse para un beneficio.
Un buen ejemplo son los brotes de acné. No funcionan tan bien como usan a por lo menos no lo suficiente para ser rentable como solían (hace quizás 30 años)
La esencia y naturaleza del mercado es que no puede ser explotada para ganancias consistentes.